viernes, 9 de mayo de 2008

CONACULTA

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes responde a la necesidad de contar con un órgano
rector que dé coherencia a una política pública históricamente desarrollada en el país por una gran
multiplicidad de organismos y dependencias de muy distintos sectores y de la más diversa naturaleza institucional. Entre ellas, las unidades administrativas de la anterior Subsecretaría de Cultura de la Secretaría de Educación Pública, inmediato antecedente del Consejo; las diferentes instituciones y dependencias de otras secretarías que por sus funciones de carácter cultural han sido transferidas en distintos momentos; y, finalmente, las entidades adscritas al área de Cultura, varias de larga tradición.

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes fue creado en diciembre de 1988 como un órgano desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública mediante un decreto presidencial. Al cual se le se asignaron atribuciones que en materia de promoción y difusión de la cultura y las artes, desempeñaba anteriormente la Subsecretaría de Cultura de la Secretaría de Educación Pública.

Entre los motivos que generaron su creación, el Gobierno de la República reconoció su papel en el estímulo a la creación artística y cultural, garantizando la plena libertad de los creadores, razón por la cual la presencia gubernamental en este campo había de ser esencialmente de organización y promoción. Igualmente, se reconoció que el Estado debe alentar las expresiones culturales de las distintas regiones y grupos sociales del país, así como promover la más amplia difusión de los bienes artísticos y culturales entre los diversos sectores de la población mexicana, además de preservar y enriquecer el patrimonio histórico y cultural de la Nación.

Su ámbito de operación es a nivel nacional, impulsando una estrategia de descentralización administrativa con la finalidad de hacer llegar a un mayor número de mexicanos la diversidad de su riqueza cultural y artística, e internacional, a fin de elevar la presencia del arte y la cultura nacional en los principales foros del planeta. Serán beneficiarios directos de su actuación, la población del país en su conjunto, con quienes se buscarán permanentemente formas de corresponsabilidad en la operación de los proyectos culturales, y las centenas de miles de espectadores y visitantes que concurren a las exposiciones, eventos culturales y cinematográficos en las principales capitales culturales.

En atención a las exigencias y requerimientos de orden cultural de la sociedad mexicana, a partir de la creación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes se da origen a diversos programas y acciones, con el propósito fundamental de enriquecer la identidad cultural de los mexicanos.

La misión fundamental del Consejo es integrar y coordinar de manera armoniosa la labor de los organismos, dependencias e instituciones del gobierno que desarrollan la política cultural del Estado Mexicano.

Artículo extraído de:

ANDA

La Asociación Nacional de Actores es el gremio de los actores mexicanos.

Inició su actividad en noviembre de 1934 como un sindicato independiente de actores que reunía a todos los gremios del oficio en México. En 1936 fue incorporado a la Unión de Trabajadores de Estudios Cinematográficos (UTEC), ), que a su vez estaba subordinada a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) dependiente del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Entre sus secretarios generales se contó con Mario Moreno Cantinflas y a Jorge Negrete quienes la reestructuraron durante la llamada época de oro del cine mexicano. Y la incorporaron al S.T.P.C. (sindicato de trabajadores de la producción cinematográfica de la República Mexicana), agrupación fundada por Jorge Negrete y Gabriel Figueroa, separándose del S.T.I.C. (Sindicato de trabajadores de la Industria Cinematográfica), que a diferencia del S.T.P.C. sí era dependiente de la CTM. Esto causó gran disgusto al dirigente vitalicio de la CTM, Fidel Velázquez, quien se opuso tajantemente tanto a la A.N.D.A. como al S.T.P.C. llegando incluso a tratar de intimidar a sus dirigentes, por lo que los miembros de ésta, lidereados por Jorge Negrete se atrincheraron y defendieron con armas de fuego (afortunadamente sin llegar a incidentes mayores) en los Estudios Churubusco en 1946, declarando además una huelga general hasta obterner el reconocimiento oficial y llegar a un acuerdo con las principales casas productoras de cine y demás fuentes de trabajo. A partir de entonces inicia un periodo en el que los trabajadores del espectáculo (extras, técnicos, payasos, tramoyas, maquillistas) obtuvieron respeto y beneficios laborales que a lo largo de medio siglo han ido menguando.

La historia reciente de la A.N.D.A. está plagada de conflictos internos; sin embargo cumple con su papel administrando (con frecuencia de manera dudosa) los salarios y cotizaciones de sus agremiados.

Actualmente la asociación es miembro del Bloque Latinoamericano de Actores (BLADA) que incluye a todas las asociaciones de actores de Latinoamérica.

Tiene su sede principal en la colonia San Rafael, en Ciudad de México.

Su órgano interno de información es Voz del Actor.

La secretaria general en 2006 es Lilia Aragón.

En las últimas décadas, la A.N.D.A. ha sido utilizada para impulsar las carreras de actores medianamente conocidos integrantes o allegados al Comité Ejecutivo, a cambio de hacer concesiones en la práctica a los contratos colectivos que tiene la A.N.D.A. con los grandes consorcios del espectáculo. Es común que durante su gestión sindical, se vea a tales actores participar con mayor frecuencia y mejores papeles en la producciones de cine y sobre todo televisión.

artículo extraído de:

Edgar Chías

Edgar Chías nació en 1973, en la ciudad de México. Estudia Literatura Dramática y teatro en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ha participado en diversos cursos de actuación y talleres de dramaturgia. Es autor de, entre otras obras, Cuestión de casting y ¿Último round? Antonio Zúñiga nació en Parral, Chihuahua, en 1965. Realizó estudios de Administración de Empresas en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, y de Actuación en La Casa del Teatro. Ha sido coordinador del taller de dramaturgia de la Escuela de Escritores de la SOGEM, en Metepec, Estado de México.

Artículo extraído de:

Gastón Yanes

Gastón Yanes

Bajo la dirección de Susana Wein en el ámbito teatral y de Erika Kubacsek en el ámbito musical, a los 6 años de edad ingresa a la academia de teatro y música DOREMI (institución que forma a artistas de calidad desde la infancia).

Realizó la carrera de actuación en el Núcleo de Estudios Teatrales, y posteriormente tomó un curso de Perfeccionamiento Actoral con el maestro Raúl Quintanilla. Hizo su maestría en Teatro Físico y Acrobático en Dell'Arte School of Physical Theatre en Blue Lake, California. Ha trabajado con las compañías teatrales Carpa Theater en Austria, Dell'Arte Players Company en Estados Unidos, y es miembro fundador de Teatro de Ciertos Habitantes en México. Con esta compañía, ha participado como actor en las obras Becket o el Honor de Dios y ¿Dónde estaré esta noche?.

Se ha presentado en toda la República, así como en el extranjero, en diversas obras, tales como: La Gramática; Un Hombre es un Hombre; Servando o del Arte de la Fuga; Fausto o la curiosidad mató al gato; Un Alacrán por las que van de Arena; Burn this; La noche de Epifanía; el monólogo The Loyal Sin; Korbel II: The Wedding; Gettalife!; True west; La cantante calva; Mozart y Salieri; Días de Ensayo; Luzbel el impostor y la ópera Ambrosio o la fábula del mal amor, entre otras.

Trabajo también como videógrafo en obras como De Monstruos y Prodigios y El Automóvil Gris. Paralelamente a su trabajo actoral y musical, es director y productor documentalista con más de 12 años de experiencia y 200 programas de TV realizados para canales hispanos en los EU. Ha iluminado y producido varias obras en México, para Bellas Artes y los Estados Unidos.

atículo extraído de:

Jorge Vázquez

Jorge Vázquez

Realizó estudios en el Conservatorio Nacional de Música bajo la dirección de prestigiados maestros como Arturo Nieto, Horacio Franco, Lezseck Zawadka, donde se desarrolló como cantante en galas, óperas y conciertos.

Estudió Literatura Dramática y Teatro en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde destacan maestros como Soledad Ruiz, Mario Balandra y Juan Gabriel Moreno.

Dirigió la obra El Triciclo de Fernando Arrabal, acreedora de los premios a “Mejor propuesta plástico-escénica” y “Mejor actor”, en el marco del XI Festival de Teatro Universitario. Actuó en Máquina-Hamlet bajo la dirección de Jean Frederick Chevalier, y en Marat-Sade dirigida por Mario Balandra.

Actualmente realiza estudios de Danza en Butoh Ritual Mexicano con el maestro Diego Piñón.

artículo extraído de:

Claudio Valdés Kuri

Claudio Valdés Kuri

Claudio Valdés Kuri es un prestigiado director mexicano, reconocido como uno de los artistas latinoamericanos con mayor presencia internacional. Funda y dirige su propia compañía Teatro de Ciertos Habitantes. Sus obras se han presentado ampliamente en su país natal, así como en importantes festivales en Europa, Asia, Latinoamérica, Estados Unidos y el Caribe. La crítica especializada lo ha hecho merecedor de múltiples reconocimientos, entre ellos, aquel de Mejor Director de Teatro de Búsqueda y Mejor Director de Teatro de Grupo.

Importantes instancias le han comisionado y co-producido sus obras: Compañía Nacional de Teatro (México), Universidad Nacional Autónoma de México, Festival Internacional Cervantino (Guanajuato), Haus der Kulturen der Welt (Berlín), Kunsten Festival des Arts (Bruselas) y Wiener Festwochen (Viena).

Fue seleccionado para desarrollar el proyecto Contextualización y Traducción de Arts International (Nueva York) y participó dentro de los programas Artistas en Contexto del John Hope Franklin Center de Duke University (Carolina del Norte) y Arts Management en el Kennedy Center (Washington D.C.).

Ha obtenido becas de Contacto Cultural del Fideicomiso para la Cultura México-EUA, Jóvenes becarios y Co-inversiones y proyectos culturales del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (México).

Es director egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica con Mención Honorífica, especializándose en Documental. Su formación como actor la comenzó desde los once años, con Susana Wein, participando en múltiples puestas en escena por los siguientes 17 años. De 1996 a 1999 perteneció al grupo austriaco Carpa Theater.

También se ha desarrollado como escenógrafo e iluminador, en México y otros países, recibiendo varios reconocimientos.

Fue miembro fundador y bajo del Cuarteto Vocal de Música Antigua Ars Nova, dedicado, principalmente, al rescate de la música renacentista y barroca latinoamericana. En un periodo de 15 años, realizó con este grupo diversas grabaciones y giras por México, Europa, el norte de África, Medio Oriente, Sudamérica, Estados Unidos y el Caribe.

La publicación Líderes Mexicanos lo ha reconocido como uno de los 300 líderes más influyentes del país.

Arículo extraído de:

Igor lozada

es considerado como un destacado productor en el quehacer teatral mexicano. Es co-fundador, director ejecutivo y productor del Teatro de Ciertos Habitantes, compañía cuyas producciones han sido presentadas en México, Europa, Latinoamérica, Estados Unidos y el Caribe con gran éxito.

Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México. Posteriormente, cursó la carrera de actuación en el Núcleo de Estudios Teatrales y ha ampliado su formación artística realizando diplomados en Casa del Teatro y en el Centro Nacional de las Artes, con maestros como Richard Schechner, Luis de Tavira y José Caballero.

Además del trabajo que realiza conjuntamente con el director Claudio Valdés Kuri, su actividad interdisciplinaria como productor, actor y asistente de dirección, lo ha llevado a colaborar con artistas como Miguel Ángel Gaspar, Luis Mario Moncada, Pablo Mandoki, Rubén Ortiz y Susana Wein.

Se ha desempeñado también como Productor Ejecutivo y Coordinador de Teatro del Festival Internacional Cervantino, Director Técnico de la Muestra Nacional de Teatro y Coordinador Técnico del Festival del Caribe.

Artículo extraído de:

Emilio Carballido

BIOGRAFÍA Emilio Carballido

Carlos Rojas

La aportación de Emilio Carballido (Veracruz, 22 de mayo de 1925) al teatro mexicano es invaluable. Lo mismo ha elaborado piezas teatrales que sirven como ejercicios didácticos para estudiantes, que ha desarrollado fantásticos relatos infantiles y piezas maestras que lo colocan en uno de los escalafones más altos del realismo y el costumbrismo mexicano.

Considerado uno de los pilares del teatro moderno, ha ido en contra de la idea de que el teatro debe ser didáctico. Por el contrario, afirma, “lo único didáctico posible es dar buenas obras, hermosamente preparadas, no hay otra. Para cambiar las estructuras sociales, es mejor un mitin que una obra de teatro. No podemos escribir predispuestos a denunciar algo. Si somos personas comprometidas y tenemos preocupaciones éticas, la obra va a reflejar automáticamente lo que somos y en quién creemos, pero también nos revelará rincones desconocidos de nuestro pensamiento.”

Como docente, ha sido generoso con sus alumnos -de entre los que destacan Sabina Berman, Juan Tovar y Oscar Villegas- y ha publicado numerosas antologías donde reúne lo mismo obras infantiles que piezas inéditas de jóvenes dramaturgos.

Como dramaturgo, ha apostado no sólo a montar sus obras en los grandes recintos con directores reconocidos, sino que también ha trabajado con jóvenes directores y compañías de teatro independiente, al igual que con compañías de pueblos indígenas.

Emilio Carballido se dio a conocer en las letras mexicanas a los 25 años de edad, cuando Salvador Novo decidió abrir la temporada de teatro de 1950 en el Palacio de Bellas Artes con Rosalía y los llaveros, obra de la que Carballido aún no tenía terminado el acto final cuando fue informado de que sería estrenada en el teatro más importante del país.

Su obra se estrenó con gran éxito, lo cual afirmaría Carballido, “me dejó estúpido y muy engreído”. Dedicó los siguientes tres años de su vida a presentarse en fiestas y reuniones de escritores. Después, en 1954, comenzó a trabajar en la Universidad Veracruzana, donde asegura “me alejé de tanta tontería”, y se dedicó a escribir de forma implacable, lo mismo piezas teatrales, que hoy suman más de 100, que relatos, guiones cinematográficos y televisivos, ensayos didácticos y de crítica teatral.

Nacido en Veracruz, llegó a vivir a la Ciudad de México durante su primer año de vida y su infancia fue la que lo empujó al camino de las letras: “Me trajeron de brazos a la capital y mi infancia transcurrió en los barrios de La Lagunilla y en Santo Domingo. Querer escribir surgió en mí naturalmente, porque era un muchacho muy imaginativo, precoz e insoportable, que leía mucho y lo más natural para mí era escribir, ya que en mi casa, todos escribían: mi abuela, mi mamá, mis hermanos y mis tíos hacían versitos y cosas de ese estilo."

De esa abuela materna, que de niña había memorizado versículos completos de la Biblia y de la poesía griega, recibió los relatos orales que desataron su imaginación y que serían fuente de inspiración de muchas de sus obras.

Además, absorbió el estilo fantástico de las narraciones de Julio Verne, y siguió las aventuras de Sandokan, el Capitán Tormenta y los Piratas de Málaga de la mano de Emilio Salgari. Hizo un intento por escribir lo que se desarrollaba en su mente al momento de leer, y descubrió que “era una lata relatar y que era más fácil escribir diálogos y hacer acotaciones. Entonces lo que primero escribí de teatro, es todavía de chamaco, unos cuentitos a los que les hacia dibujitos; es decir, eran como una especie de cómics que yo dibujaba y dialogaba”.

Se inscribió en la facultad de Derecho y descubrió en esa misma época el teatro de Xavier Villaurrutia. Durante sus clases de derecho romano, escribió una obra de teatro; y en el transcurso de un examen, concibió La triple Porfia (que posteriormente mostró a Salvador Novo). Luego de presentar en Bellas Artes Rosalía y los llaveros, ya radicado de nuevo en Veracruz, escribió La danza que sueña la tortuga y Felicidad, obras que los críticos han colocado dentro de la corriente del realismo; y el magnífico libro de relatos veracruzanos La caja vacía. Comenzaba así, la carrera de uno de los dramaturgos más brillantes del país.

Asistió a la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM donde fue alumno de Rodolfo Usigli, Xavier Villaurrutia y Celestino Gorostiza; y obtuvo la Maestría en Letras especializado en Arte Dramático y Letras Inglesas. De entre sus compañeros, conoció a los que serían sus amigos inseparables y primeros críticos de sus piezas: Rosario Castellanos, Luisa Josefina Hernández y Sergio Magaña.

Gran admirador del teatro clásico, tanto universal como hispánico, Carballido defiende la vigencia e importancia de las obras de Sor Juana Inés de la Cruz, Celestino Gorostiza, Calderón de la Barca y Fernández de Lizardi.

Algunas de sus piezas son material indispensable en las escuelas de teatro, como las obras en un acto que conforman la colección D.F. 26 obras en un acto, una serie de montajes, a manera de skecthes, que con humor, sencillez y una brevedad virtuosa, obligan a pensar en el comportamiento autodestructivo de la sociedad mexicana dentro de la cotidianeidad urbana.

Desde principios de la década de los 80, Emilio Carballido ha sido el centro de mesas de debate, homenajes y congresos en que se analiza el teatro en México y el mundo. Obras como Orinoco y Te juro Juana que tengo ganas han sido representadas en Francia, Alemania, Suiza, Bélgica, Estados Unidos, Israel, España, Colombia, Venezuela y Cuba. Carballido se considera a sí mismo heredero de una “generación de funcionarios cuerdos y generosos en México. Se puede decir que yo soy hijo de Bellas Artes, porque el INBA me lanzó en la época en que su director era Celestino Gorostiza”.

“Escribir” afirma Carballido, “es una comunicación profunda que uno mismo se hace o que proviene del exterior, no lo sabemos; es algo que muchos nombran inspiración, en fin, tiene muchos nombres... Pero nos damos cuenta que hay algo totalmente gratuito que no depende de la voluntad. Uno no escribe la obra que uno quiere, uno escribe la obra que se deja..."

Carballido es una influencia decisiva en la dramaturgia mexicana contemporánea. Ha incursionado en todos los géneros dramáticos, siempre imponiendo su estilo propio, que recrea formas de actuar e inquietudes que constituyen las preocupaciones humanas, y ante todo, las preocupaciones mexicanas, descritas con diálogos ágiles, sentido del humor, ternura y facilidad expresiva, con una visión siempre crítica de la realidad que rebasa los niveles locales y llega a altos niveles cualitativos.

En palabras de una de sus alumnas más destacadas, Sabina Berman, “si Carballido tuviera un escudo de armas, sería un chupamirto; esa ave incansable que va de flor roja en flor roja, de delicia en delicia, y sólo se detiene para clavarse en otra delicia y en sus viajes de hedonismo va esparciendo el polen que fecundan entre sí las delicias. Su método de vida es el placer, que generosamente siembra a su paso en público, alumnos y amigos”.

Como parte del esfuerzo que Carballido ha hecho por difundir el teatro y poner en un lugar privilegiado a las artes escénicas, fundó la revista Tramoya de la Universidad Veracruzana, una de las publicaciones teatrales más importantes de América Latina.

Como un tributo al teatro griego clásico, escribió Medea, obra con que abrieron las jornadas culturales de los Juegos Olímpicos de 1968, que cuenta cómo Perseo se enamora de Medusa cuando su deber es asesinarla.

Sus primeras obras han sido calificadas de realistas, como son Felicidad (donde narra la infeliz vida de un padre maestro de escuela y su relación con su esposa y su hija), El Relojero de Córdoba (tragicomedia de un relojero que será decapitado por un crimen que no cometió) y Rosa de dos aromas (que cuenta la desventura de dos mujeres que tratan de conseguir un millón de pesos para sacar de la cárcel al amante de ambas).

Orinoco – sobre dos mujeres que viajan a la deriva a través del río de ese nombre rumbo a una plataforma petrolera; El tren que corría –sobre un hombre que pierde un tren hacia la ciudad de Monterrey- y Yo también hablo de la Rosa son ejemplo del estilo picaresco que Carballido utiliza en sus piezas teatrales.

En su afán por entregar teatro de calidad, que vaya más allá de lo didáctico e invite a la reflexión, ha realizado piezas sobre personajes históricos, como Tiempo de ladrones, basada en la vida de Chucho el Roto, Cantata a Hidalgo y El álbum de María Ignacia, sobre la vida la Emperatriz mexicana Carlota de Habsburgo.

Una de las obras favoritas del dramaturgo es Fotografía en la playa, que cuenta la reunión de tres familias que viajan a la costa junto con sus criadas, en un viaje en el que descubrirán sus rencores ocultos.

Emilio Carballido es un buscador empedernido de historias, que escribe sobre la pobreza y la marginación, pero no lo hace con pesimismo o como un intento de aleccionar. Sus obras invitan a la risa seguida de la reflexión profunda y permiten que el espectador se descubra a sí mismo a través de la sorpresa: “El dramaturgo debe descubrir los mecanismos sociales y las causas profundas, tanto sicológicas, como los diversos determinantes que tiene el ser humano, y encontrar su sentido y relación con los valores generales.”

Dar presencia a lo popular en un montaje, afirma, no debe ser un sinónimo de teatro pobre: “Esa idea de poner cosas fáciles y mal puestas como cultura popular es peyorativo y acaba siendo una forma de desprecio al pueblo; pero sobre todo refleja la ignorancia de quienes creen que están haciendo una labor didáctica”.

Sobre la labor social que realiza el teatro, el dramaturgo, afirma Carballido, “debe dar verdad con belleza, sólo que, en ciertos momentos, hay verdades que es más urgente decir…debe también ser un ciudadano honrado, porque, si es un vividor comprometido con el régimen, no podrá escribir nada. El teatro es la voz del pueblo cuando se hace con sinceridad. Debe ser honesto. No hablar tan deprisa como los políticos. Reflexionar pues, para decir la verdad”.

En esa idea de que el teatro surga como una expresión del pueblo, ha trabajado con compañías de teatro indígenas como el hoy desaparecido Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena de Tabasco. (LTCIC).

Para Carballido, el teatro como una creación cultural, debe ser un vehículo que acerque a los hombres a su identidad, que fomente el sentido de pertenencia: “La cultura posee funciones mediatas; sirve para darle raíz a los pueblos, hacerlos impermeables a la penetración extranjera, darles orgullo de sí mismos, hacerlos portarse de manera más conveniente para conocer la realidad; asimismo, penetrar el universo que nos rodea, dar sentido de la existencia, mejorar la sociedad y volver más inteligentes a quienes se destina”.

Carballido plasma en cada una de sus piezas las emociones, las calles y los lugares públicos que frecuentamos a diario; sus personajes son gente de la clase media, amas de casa, cabareteras, maestros de escuela, que utiliza como vehículo para sembrar en el espectador inquietudes respecto a sus raíces culturales y obligarlo a defender su identidad.

En los foros en que se ha reconocido su trabajo, ha denunciado la falta de escrúpulos de los productores de teatro “que anuncian con bombo y platillo las comedias musicales extranjeras”, que sirven como una forma inconsciente de colonización:

“Nunca he temido tanto la falta de identidad como ahora que tenemos al enemigo en casa. La televisión comercial es sobre todo un instrumento de coloniaje, es una punta de lanza que trata de burlarnos la identidad, de hacernos sentir inseguros, de entregarnos al enemigo. Una meta del teatro en la actualidad podría ser resucitar la tradición teatral, demostrar que tenemos una cultura antigua.”

Para Emilio Carballido, uno de los ámbitos más olvidados de las artes escénicas es el teatro infantil, que recibe escaso apoyos gubernamentales y que debiera ser una prioridad en las políticas culturales para fomentar en los niños la fantasía:

“Durante la infancia el ser humano necesita encontrar modelos hermosos: por medio del cine, teatro, programas de televisión, se debería ofrecer moldes para que el niño creé sus propios juguetes fantásticos; pero si por el contrario, como ha sucedido, se le da un bote de basura, el niño creará basura, por ello se le deben dar estímulos bellos, formas fantásticas que le ofrezcan un desarrollo vigoroso, sano, lleno de ramos de flores y con posibilidades para que estas flores surjan del inconsciente.”

Algunas de las obras de teatro infantil que ha escrito son El manto terrestre, Las lámparas del cielo y la tierra, Dar es a todo dar y Apolonio y Bodoconio, pieza para títeres con la que realizó en los años 80 una gira por Europa.

Así mismo, ha publicado relatos infantiles tales como El gallo mecánico, sobre un gallo que vive en un taller mecánico; Los zapatos de fierro, historia que le contó su abuela y trata sobre una mujer condenada a usar zapatos metálicos y su recorrido por el mundo en busca del marido; y la entrañable relación que sostienen un niño pequeño y un caimán en La historia de Sputnik y David.

Realizó también la antología Jardín con animales, donde reúne obras de teatro infantil escritas por dramaturgos mexicanos.

Otro de los géneros en que Carballido ha incursionado con maestría es el relato. Las influencias que reconoce en su incursión a éste género son Maupassant, Chéjov, Pirandello y Katherin Mansfield.

De entre sus narraciones más destacadas está La veleta oxidada ( sobre una mujer que desea ser escritora), El norte (sobre una mujer guapa y prematuramente viuda que busca el amor) y Un error de estilo, (que narra la aventura de un oficial del ejército que escapa de su fusilamiento y se esconde en casa de una mujer que vive con su criada), Egeo (sobre el recorrido por ese mar griego en un yate solitario que hacen un homosexual, un hombre y una mujer) y el libro con tres relatos Flor de Abismo.

Emilio Carballido ha recibido a lo largo de los últimos 25 años, incontables reconocimientos a su calidad como dramaturgo. Ha sido director de Teatro del INBA, director de teatro en la UNAM, Premio Nacional de Literatura en 1996, ha recibido homenajes de todas las instituciones culturales y algunas universidades como la UNAM, la UAM y la Universidad Veracruzana. En 2002 ingresó a la Academia Mexicana de las Artes.

En diciembre del 2002, Carballido sufrió una trombosis cerebral que lo mantuvo en estado crítico en el hospital ABC por más de un mes. A raíz de ese ataque, ha sufrido trastornos del sueño y de movimiento motriz en sus extremidades, cosa que no ha impedido que continúe con su labor de creación literaria.

“La mejor obra que he escrito es siempre la más reciente”, afirma Carballido, quien a sus 80 años disfruta la vida del mismo modo que lo ha hecho desde que encontró su vocación de escritor: “Mira, la vida es para mí una ilusión, un frenesí, un sueño... Y los sueños, sueños son, como decía Pedro Calderón de la Barca y dice un servidor."

artículo extraído de:

Rosario Castellanos

Nació en la Ciudad de México, el 25 de mayo de 1925.
Vivió su infancia y adolescencia en Comitán, Chiapas,
México; falleció en Tel Aviv, el 7 de agosto de 1974.

Estudió la licenciatura y la maestría en filosofía en
la Universidad Nacional Autónoma de México. Con una
beca del Instituto de Cultura Hispánica estudió cursos
de posgrado sobre estética en la Universidad de
Madrid.

Fue promotora cultural en el Instituto de Ciencias y
Artes en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; directora de
Teatro Guiñol en el Centro Coordinador
Tzeltal-Tzotzil, en el Instituto Nacional Indigenista
en San Cristóbal, Chiapas; directora general de
Información y Prensa de la Universidad Nacional
Autónoma de México (1960-1966); profesora en la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
Nacional Autónoma de México (1962-1971).

Se le nombró embajadora de México en Israel de 1971 a
1974.

Fue becaria Rockefeller en el Centro Mexicano de
Escritores de 1954 a 1955.

Obtuvo el Premio Chiapas 1958, por Balún Canán. En
1961 se le otorgó el Premio Xavier Villaurrutia por
Ciudad real. En 1962 su libro Oficio de tinieblas
obtuvo el Premio Sor Juana Inés de la Cruz. Además,
fue merecedora al Premio Carlos Trouyet de Letras,
1967, y al Premio Elías Sourasky de Letras, 1972.

Su obra ha sido incluida en diversas antologías y
traducida a varios idiomas.

Obra publicada:

CUENTO:

Ciudad real, Universidad Veracruzana, México, Ficción,
17, 1960.

Los convidados de agosto, Era, México, 1974.

ENSAYO:

La novela mexicana contemporánea y su valor
testimonial, Instituto Nacional de la Juventud,
Cuadernos de la Juventud, México, 1966.

El uso de la palabra, Excelsior, Serie Crónicas,
México, 1974; Editores Mexicanos Unidos, México, 1987.

Mujer que sabe latín..., Secretaría de Educación
Pública, SepSetentas, 83, México, 1974; Secretaría de
Educación Pública/Fondo de Cultura Económica, Lecturas
Mexicanas, México, 1984.

NOVELA:

Oficio de tinieblas, Joaquín Mortiz, México, 1962.

POESÍA:

Trayectoria del polvo, El Cristal Fugitivo, México,
1948.

El rescate del mundo, Dirección de Prensa y Turismo
del estado de Chiapas, México, 1952.

Presentación en el templo, Madrid, España, 1951; 2a.
ed., en Revista Antológica, México, 1952.

Poemas:1953-1955, Metáfora, México, 1957.

Al pie de la letra, Universidad Veracruzana, México,
1959.

Salomé y Judith, Jus, Voces Nuevas, 5, México, 1959.

Lívida luz, Universidad Nacional Autónoma de México,
1960.

Álbum de familia, Joaquín Mortiz, Serie del Volador,
México, 1971.

Poesía no eres tú, obra poética 1948-1971, Fondo de
Cultura Económica, Letras Mexicanas, México, 1972.

TEATRO:

El eterno femenino, estrenada en 1976; Fondo de
Cultura Económica, Popular, 144, México, 1975.

artículo extraído de:

Juan Ruíz de Alarcón

(Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza; Taxco o Ciudad de México, 1580 - Madrid, 1639) Autor dramático que, aunque nacido en México, es considerado una de las figuras más destacadas del teatro español de los Siglos de Oro.

Era hijo de una familia acomodada de ascendencia española, ilustre sobre todo por el apellido materno. Su padre tenía una posición definida en la minería del Real de Minas de Tasco. Estudió en la Universidad de México desde 1592 y se trasladó a España en 1600, donde se graduó de bachiller en Cánones en el mismo año, y en Leyes, en 1602 (Universidad de Salamanca). Pero su estancia en España se hizo pronto económicamente difícil y sólo obtuvo apoyo de un pariente sevillano, Gaspar Ruiz de Montoya; después de ejercer sin título la abogacía en Sevilla, logró repatriarse, aunque tuvo que hacerlo probablemente en el séquito del arzobispo fray García Guerra en 1608, tras haber intentado inútilmente la vuelta en el año anterior.

Obtuvo el título de licenciado en Leyes en la Universidad mexicana en 1609, fracasó en sus aspiraciones al profesorado universitario en tres intentos y trabajó en empleos menores, para embarcar de nuevo rumbo a España en 1613. Quizá porque su familia había venido a menos, el joven licenciado no regresaría a su país de origen. Habiendo iniciado ya su labor literaria, las dificultades con que tropezó en la península ibérica lo impulsaron a entregarse de lleno al teatro. Cuando logra colocarse como relator interino en el Consejo de Indias (1626), parece acabarse la producción literaria que le había dado personalidad, pero que había sido también la causa de sus amarguras y sinsabores. En 1633 se le confirmó en propiedad el cargo.

La inquina que Ruiz de Alarcón despertó en España y, sobre todo, en las grandes figuras del denominado Siglo de Oro, no puede explicarse por el simple hecho de que tuviera un físico desgraciado; su joroba podía justificar, tal vez, algunas burlas inclementes, pero en absoluto la acerba crítica, cuyos motivos deben buscarse, quizás, en la indiscutible calidad de un autor cuyas obras amenazaban la preeminencia y el éxito teatral y literario de sus ilustres contemporáneos. La hostilidad con que fue acogido en el ambiente literario español el gran dramaturgo mexicano ha motivado muy diversas reacciones en la crítica moderna hispanoamericana.

Es cierto que la reacción hostil fue amplia e intensa. Tuvo que padecer las sátiras de Francisco de Quevedo, el cual, tras asegurar que la "D" de su firma no se refería al "don" sino que esbozaba sólo la mitad de su retrato, llegó a llamarle "hombre formado de paréntesis". Luis de Góngora, por su parte, lo acusó de plagio. Y alguien tan sereno, tan ponderado como fray Gabriel Téllez, que inmortalizó el seudónimo de Tirso de Molina, le dedicó una décima que no le ahorra insultos como "poeta entre dos platos" o juicios a su apariencia y a su obra que se resumen en estos dos versos: "Porque es todo tan mal dicho / como el poeta mal hecho". Tampoco se anduvieron con remilgos Lope de Vega o Mira de Amescua, que llegaron a ser detenidos cuando la representación de El Anticristo produjo un monumental escándalo.

Pero el hecho de movilizar en su contra a genios de la altura de Lope de Vega, Góngora, Quevedo y Tirso de Molina es un homenaje muy singular y supone una valía sólo comparable al homenaje que dicha hostilidad representa. Si a ello se añade que el dramaturgo mexicano logró interesar a la familia real y acabó por imponerse, el genio de Ruiz de Alarcón se mostró digno de sus agresores, a quienes contestó cumplidamente en algunos casos.

Se ha comentado también "su escasa fecundidad" y tampoco la observación resulta exacta, pues el dramaturgo mexicano se entrega al teatro porque las circunstancias lo empujan, y deja, al parecer, de escribir para la escena cuando resuelve sus problemas económicos; es decir, no es un profesional del tipo de Lope. Que haya escrito algunas comedias antes de su segundo viaje a España no resta verosimilitud a la afirmación, como tampoco se la restaría el hecho de que algunos escritos suyos resultaran posteriores a su nombramiento para el Consejo de Indias. Considerando que las veinte comedias por él publicadas y las otras tres que indudablemente son suyas fueron en su mayoría escritas en un período de quince años, resulta muy relativamente escasa la fecundidad del artista.


En 1628 publicó la primera parte de sus comedias, en número de ocho: Los favores del mundo, La industria y la suerte, Las paredes oyen, El semejante a sí mismo, La cueva de Salamanca, Mudarse por mejorarse, Todo es ventura y El desdichado es fingir; y en 1634, otras doce en una segunda parte: Los empeños de un engaño, El dueño de las estrellas, La amistad castigada, La manganilla del Melilla, Ganar amigos, La verdad sospechosa, El Anticristo, El tejedor de Segovia, Los pechos privilegiados, La prueba de las promesas, La crueldad por el honor y El examen de maridos.

Apareció sin fecha Quien mal anda en mal acaba; se publicó en 1646 La culpa busca la pena y el agravio la venganza, y en 1653, No hay mal que por bien no venga. Son de peso las razones que se aducen para negarle la paternidad de una primera parte de El tejedor de Segovia, muy inferior a la segunda y seguramente escrita con posterioridad.

Su teatro cumple con el canon de la comedia española de la época: galanes aventureros, pretendientes irreflexivos y muy delicados en asuntos de honor, mujeres inconstantes, criados inoportunos y enredos difíciles de resolver. Al mismo tiempo, exalta valores morales como la piedad y la amistad sinceras. Lo que en otros es valentía, rudeza y galanura, en él es inteligencia, cortesía, bondad; el sentido del honor en su teatro es menos exigente, más humano, como procede en el hombre que se ha forjado en un país en formación; tiene para él más importancia la conducta que la sangre (Sólo consiste en obrar / como caballero el serlo, dice don Beltrán en La verdad sospechosa).

El dramaturgo mexicano se caracteriza por su ponderación, su equilibrio, su corrección en el lenguaje y en el verso, su sentido humano de la moral, en una palabra, su discreción, calidades en las que supera al resto de los dramaturgos españoles, aunque no alcanza a los mejores en habilidad para utilizar los recursos escénicos. Al reducir la intensidad de las situaciones habituales del teatro español, lo humaniza y permite vislumbrar elementos distintivos y precursores del romanticismo.

Luisa Josefina Hernández.

Luisa Josefina Hernández. (1928) Dramaturga, novelista y traductora mexicana. Nació el 2 de noviembre de 1928 en la ciudad de México. La Universidad Nacional Autónoma de México le otorgó la Maestría en Letras, con especialidad en arte dramático; profesora de arte dramático en el Instituto Nacional de Bellas Artes y en la UNAM. Su obra ha formado parte de antologías de autores latinoamericanos, representada en varias ocasiones en la capital y en el interior del país; además, ha sido traducida a varios idiomas. Autora de numerosas obras de teatro, como: Los sordomudos, La llave del cielo, Los frutos caídos, Los duendes, Hécuba, El orden de los factores, entre otras. Novelas de su autoría son: La plaza de Puerto Santo, El valle que elegimos, La cólera secreta, La noche exquisita y Apocalipsis cum figuris. Sus obras se estructuran de manera realista, pero un transfondo de irrealidad transforma la vida en una mera representación teatral. Ha ganado los premios “Magda Donato” y “Xavier Villaurrutia”.

Artículo extraído de:

href="http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/act_permanentes/teatro/luisa.htm">

Sergio Galindo

Sergio Galindo nació en la ciudad de Hermosillo, Sonora, el 31 de mayo de l951. Es en esa misma ciudad donde realiza sus estudios de preparatoria en La Universidad de Sonora.

A finales de los sesenta se traslada a la Ciudad de México e ingresa a la Facultad de Filosofía de la UNAM donde permanece de l969 a l972. Vive muy de cerca el fenómeno teatral, en ocasiones como asistente y siempre como alumno de los Maestros Julio Castillo y José Ramón Enríquez.

Durante l972 incursiona como actor en La Temporada de Teatro Mexicano, bajo la dirección de Wilebaldo López, con la Obra “La locura de los ángeles”, de Luis G. Basurto. Es codirector de las mejores Obras cortas de l972, “El Jefe” y “El problema es otro” de Ignacio Solares. Publica en diversas revistas y suplementos.

Fue asistente de la coordinación editorial de la página cultural “Bogavante” del periódico Información, bajo la dirección de Alonso Vidal. Escribe y dirige dos Obras con tema rural y da funciones por los pueblos de la sierra de Sonora.

Durante los ochenta, es director de eventos especiales de la Dirección de Radio y Televisión del Gobierno del Estado, donde realiza el programa de radio “Entre sorbo y sorbo”. Adapta y dirige para televisión, los cuentos de Juan Rulfo, “Nos han dado la tierra” y “Diles que no me maten”, este último con difusión Nacional.

Escribe y dirige también los teleteatros, “Los de Hastabajo” (de la huelga de Cananea) y “La Tuba de Goyo Tréjo”, ambos con difusión Nacional.

A fines de los ochenta, es director de Comunicación Social y Cultura del Municipio de Cajeme, donde crea la Casa de la Cultura. Escribe y dirige el monólogo “El problema es... yo”.

Escribe y dirige para Teatro: “Cananeas”, obra invitada a abrir el VII Festival Internacional de la Raza, en la Ciudad de Tijuana, Baja California.

Dirige la Obra de 1987 más exitosa en Hermosillo, Sonora: “La noche de los sincalzones” de José Antonio González Caballero.

De l992 a l994 es Director General de La Casa de la Cultura de Sonora, donde crea la Compañía de Teatro de la misma Institución y con la que dirige entre otras obras, “Rosa de dos Aromas” y “Apolonio y Bodoconio” de Emilio Carballido.

En agosto de l995 estrena en Hermosillo, de su autoría y dirección, la Farsa para cabaret, “Güevos rancheros” en la que también interpreta un personaje y con la que ha cumplido a la fecha más de 1000 representaciones. En ese mismo año escribe, “Agua pasa por mi casa” y “Más encima el cielo”.Estrena la primera obra bajo su dirección en abril de l999 y ha cumplido a la fecha más de 120 representaciones . A fines del 99, esta Obra representó a Sonora en la “XX Muestra Nacional de Teatro” realizada en la Ciudad de Tijuana, Baja California, donde es calificada como una de las mejores. Asimismo la obra realizó una exitosa gira por el Estado de Sonora.

Posteriormente Sergio Galindo viaja a la Ciudad de México atendiendo una invitación que le hiciera La Dirección de Teatro y Danza de la UNAM, por conducto de su Director, el Licenciado Antonio Crestani, para dirigir la Obra “Papacito pásame la sal de uvas” de Ilya Cazés. La misma Institución tenía planeado abrir temporada de la obra de su autoría y dirección, “Agua pasa por mi casa”.

En fechas recientes ha montado las obras: "Dos muñecos de cuidado" y "Mas arriba... el cielo" con la cual ha cosechado importantes reconocimientos.

RECONOCIMIENTOS RECIBIDOS

Obtuvo el premio “La Cabeza de Palenque” por “La Tuba de Goyo Trejo” en el Festival Internacional de Cine, Teatro, Radio y Televisión de Acapulco, Guerrero.
En 1985 es reconocido como “Valor cultural del estado”, por la revista sonorense “Así”.
“Agua pasa por mi casa” representa a Sonora en “La XX muestra nacional de Teatro, realizada en la ciudad de Tijuana, Baja California, donde es calificada como una de las mejores.
Recibe otros reconocimientos por parte del Fondo estatal para la Cultura y la Artes,. El Club Rotario y la Expo Canaco 98´.
En el 2003 recibe un premio nacional por su obra "Mas arriba... el cielo"


CARACTERÍSTICAS DE SU OBRA

Maneja un teatro regional, con personajes fácilmente identificable por el pueblo.
Maneja temas inmediatos, muy cercanos a la gente.
Sergio Galindo toma toda su inspiración de la lectura. No tiene preferencia; novela, ensayo, cuento o poesía lo inspiran para escribir sus obras.

Artículo extraído de:



ANDEDT

(Asociación nacional de estudiosos de teatro)
Plan de negocios
Misión:
Apoyar económica, cultural y publicitariamente a los estudiosos del teatro con el fin de mejorar la visión del teatro a nivel mundial, así como generar empleos y abrir nuevos horizontes que permitan ejercer con dignidad a nuestros actores, directores, productores y dramaturgos.
Visión:
Ser una asociación no gubernamental reconocida a nivel mundial y servir de modelo para mejorar y revolucionar los sistemas y técnicas de entrenamiento actoral a nivel mundial.
Valores empresariales:
Espíritu crítico
Libertad
Honestidad
Valentía
Responsabilidad
Tolerancia social
Perseverancia



Política de calidad:
Someter a revisión todas las obras realizadas por nuestros dramaturgos e inscribir en la asociación solamente a personas con grados desde licenciatura hasta doctorado en carreras a fines al teatro.
Slogan:
“El teatro no puede desaparecer por que es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma”

presentaciones de teatro en la UDLA

una propuesta llamada ANDET...

Tal vez ni el teatro ni ningun otro tipo de expresión artística es tan importante para el país por que hay problemas mucho más graves que solucionar, niños hambrientos por la calle, asesinos sueltos, narcotráfico y políticos corruptos, sin embargo, creo que si desde el jardín de niños hasta la universidad se dan clases de arte no solamente con fines informativos si no formativos, por medio del arte podríamos hacer la diferencia.

De verdad es necesario marcar el contraste y si los políticos, las personas del gobierno que aprovechan sus “nuevos sistemas” cada vez mas decepcionantes para actuar ilegitima e ilegalmente no hacen nada, llego el momento de que nosotros tomemos cartas en el asunto para mejorar, por nosotros y después para México.

La ANDEDT es (la asociación mexicana de estudiosos de teatro), cuya mesa directiva estará formada por un grupo de estudiantes de teatro. Que cansados de formar parte de la carrera del no, busca el respeto del artista mexicano a nivel mundial y cuyos propósitos son demostrar que el teatro mexicano es igual de interesante que el extranjero, promover al talento nacido en México, ya sean actores, productores, directores o dramaturgos y mejorar la imagen de las artes escénicas de nuestro país a nivel mundial.

Tal vez una asociación que nació por la necesidad que sentimos los actores de teatro de ser reconocidos sin tener que salir de nuestro país, por la decepción tan fuerte con la que vivimos de saber que todo el dinero que destina el gobierno para las artes es utilizado para otros fines que nada tienen que ver con la cultura y por el cansancio con el que nos enfrentamos al mundo al estar conscientes de que los métodos que utilizamos para aprender técnicas son de un estadounidense y un ruso.

Mi proyecto se lleva a cabo por medio de campañas publicitarias que promueven la visita al teatro mexicano, giras mundiales y la búsqueda continua de métodos que permitan al teatro nacional competir a nivel internacional.

soluciones reales a hechos reales

Este es un problema que seguimos viviendo en la actualidad pero que aparentemente no tiene solución. El gobierno esta obligado a destinar una parte de su presupuesto para la cultura pero cada vez es más alarmante ver en los periódicos noticias con títulos que dicen “aumento al presupuesto de conaculta” , “prestaciones para inscritos en el INBA canceladas”

En el 2006 fue aprobada en un presupuesto para la cultura la cantidad 7 mil 725 millones 400 mil pesos, a lo que todo el mundo se pregunta ¿en donde quedo ese dinero? Por que nadie de los actores, productores, directores ni mucho menos dramaturgos ha visto un peso. Estamos cansados de ver que continúe el nepotismo, que se roben el dinero que es destinado para mejorar la visión del teatro mexicano, estamos cansados de trabajar con presupuestos minimos y aparte invertir en publicidad para que un poco de nuestro esfuerzo se vea remunerado.

Es hora de crear algo que impulse a todos los estudiosos del teatro, que nos permita seguir estudiando y trabajando con dignidad por que son ya son bastantes años de lucha constante, por que ni siquiera nuestros connacionales nos respetan, por que cuando vas a algún lugar y conoces a alguien y le dices que estudias teatro te pregunta ¿de que vas a vivir? o ¿aja teatro pero que otra cosa? El hacer teatro al igual que otro tipo de arte es casi tan digno como ser doctor, abogado o arquitecto, solo que nosotros vemos el mundo al revés.

Breve reseña del teatro mexicano

Historia del teatro en México

“El teatro, arte público por excelencia,
Es un universo hermético”. Luis de Tavira

El teatro prehispánico siempre se enlaza a ceremonias religiosas y sucesos de culto, pero había mucho más que eso como dicen Antonio Magaña y Ruth S. Lamb en su libro breve historia del teatro de México “ En algún momento la poesía de carácter ritual, le heroica o la lírica se conectan con la dramática, cuando los poemas atesorados en la memoria, las estrofas y los himnos que venían de una generación a otra son recitados o salmodiados y se les acompaña de música y danza para construir una forma de espectáculo al mismo tiempo que siguen siendo parte del rito”.

El imaginar un rito de este tipo, donde hay una mujer virgen sobre una piedra, un hombre con un arma creada de oxidiana mujeres y niños danzando alrededor del acto, hombres haciendo música con instrumentos creados por ellos, es increíblemente fuerte, pero al mismo tiempo interesante, yo me pregunto ¿Cómo es que estando tan lejos de la civilización podían experimentar el arte de una forma tan real? Y tal vez suene a falacia pero si el hombre de verdad necesita enfrentarse a su realidad y crear arte lo hace mas que por diversión, por necesidad .

Si lo vemos de una forma más realista; para la psicología una necesidad, es algo que debe ser satisfecho para el bien orgánico de quien padece la necesidad y aquí nadie se muere si no ve o hace teatro, por otro lado nos encontramos con la pirámide de las necesidades de Maslow el tercer peldaño trata las necesidades de aceptación y adaptación social y podemos decir que si en la antigüedad era muy importante este tipo de representaciones y más aun importante el pertenecer a uno de estos grupos (mayas,olmecas) también lo hacían por necesidad. Se que esta conclusión suena como conjunto de premisas falsas que dan como resultado la falacia más grande del mundo y así es, los mayas hacían teatro inconscientemente, todo por sus dioses, nada por amor al arte, pero eso si, siempre auténtico.

Recorriendo la historia del teatro en México nos encontramos con otra etapa muy interesante y rica en acontecimientos que cambiaron totalmente el rumbo de nuestro país, el teatro de la colonia, cuando los españoles llegaron a conquistarnos, implementaron una nueva creencia religiosa, cambiaron nuestra forma de vestir y con esto nuestro forma de hacer teatro, los jesuitas trajeron con ellos esas ridículas representaciones del teatro medieval, ya que en Europa el teatro se había censurado y las únicas representaciones teatrales que quedaron fueron los misterios , por medio de estos se les enseñaba a los antiguos pobladores el temor a dios, y la búsqueda del perdón. Lo mejor que nos quedo de esta etapa fueron las obras de Juan Ruiz de Alarcón, Sor Juana Inés de la Cruz , Eusebio vela.

Después nos toca un poco del siglo de oro español y sus corrales de comedia de hecho en el centro de puebla esta el primer corral de comedia que se puso aquí en México.

Durante la guerra de independencia el periódico participa fuertemente en las tareas literarias y políticas por medio del cual se busca crear una conciencia nacionalista, pero el teatro no avanzo casi nada e incluso fue decayendo en los últimos años del sigo XIX. Es en este siglo cuando nacen grandes dramaturgos como Fernando calderón, Ignacio Rodríguez Galván y Manuel Gorostiza quien renueva la escuela e inaugura una nueva época en el teatro mexicano pero siempre siendo Mexicano a diferencia de Fernando de Calderón que todo lo que hacia lo hacia al modo europeo y reflejando la vida europea.

En la revolución, la época porfirista, y entre toda la paz orden y progreso proclamadas por Porfirio días, nacieron muy buenos dramaturgos como Federico Gamboa, Marcelino Dávalos, Francisco Monterdé, Amalia Castillo y Ricardo Parada León quienes se dedicaban a hacer críticas severas de la situación por la que pasaba el país. Etapa en la cual se ve más el rechazo del pueblo a la representación porfirista y en donde nuestra nacionalidad nos hace pelear por la libertad de cambio.

Teatro del siglo XX

El siglo XX fue, sin duda de los más difíciles para el teatro mexicano, pues es cuando los estudiosos del mismo se dan cuenta de que realmente corren el riesgo de desaparecer gracias a la invención del cine y la televisión; por otro lado descubrir que a pesar de que ya desde hace algunos siglos se empieza a cobrar por representación, el teatro sufre un fuerte problema económico y todo se vuelve mercadotecnia, estupendos cuerpos femeninos que forman parte de una nueva forma de hacer teatro con rasgos mucho más sexuales sin rayar en la pornografía por supuesto, pero si un espacio en donde lo que se vende es imagen.

Nacen CONACULTA y el INBA al igual que comedias fáciles y ligeras, melodramas, comedias musicales, todo orientado hacia la diversión, pero se lucha constantemente para remover el destino que vemos hoy un fenómeno artístico y creativo aplastado por realidades alarmantes, la gente pagaba por ver eso, el teatro no iba a desaparecer, pero se empezaban a imitar conductas teatrales y artísticas en todos los sentidos de otros lugares del mundo, como los Estados Unidos de Norte América y Europa en general.

En el libro teatro mexicano del siglo XX escrito por Antonio Magaña encontré una reflexión bastante interesante que dice así “ el hecho teatral se produce, ya lo he dicho, con la representación. Por ello cuando se dice teatro francés, teatro ingles, teatro norte americano, teatro mexicano, no solo se alude a quienes lo han escrito si no en cierto modo a los que lo recrean en su representación escénica.” Es decir, los actores, parece que alrededor de todo mi ensayo no he hablado en lo absoluto sobre actores y son ellos quienes dan vida a los personajes creados por los dramaturgos pero los nombres de actores famosos de teatro exclusivamente no hay, ya que para ser famoso como dicen todos “hay que trabajar en cine y televisión.”